Esclerosis Múltiple y embarazo
La Esclerosis Múltiple es predominante en las mujeres (70%), el 90% de las cuales presentan los primeros síntomas de la enfermedad antes de los 50 años, y se estima que entre el 20% y el 33% tendrá hijos o hijas después del diagnóstico.
El embarazo plantea diferentes interrogantes en referencia a cuestiones como la fertilidad, la evolución de la Esclerosis Múltiple durante la gestación o la transmisión de la enfermedad a la descendencia, entre otras. Hay respuestas para todo.
Embarazo, una cuestión personal
Una persona con una enfermedad crónica como la Esclerosis Múltiple requiere un asesoramiento personalizado en cualquiera de las diversas circunstancias que tiene a lo largo de su vida.
En el caso de las mujeres con Esclerosis Múltiple, la planificación del embarazo es una cuestión personal que se debe realizar de manera libre e individualizada, asumiendo los riesgos y los beneficios con la máxima libertad y un asesoramiento experto. Esto significa, en primer lugar, comprender y aclarar las razones que llevan a esa elección y ser consciente de los cambios que se puedan experimentar. Después, consultar con la o el neurólogo todas las dudas para tener la información precisa y expectativas realistas para tomar esa decisión.
A priori, han algunas cuestiones generales a tener en cuenta:
Antes del embarazo
- Fertilidad: no existen evidencias de que la Esclerosis Múltiple afecte a la fertilidad de las mujeres, pero sí de que las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) podrían aumentar la tasa de brotes y la actividad inflamatoria medida por resonancia magnética.
- Planificación: debe coincidir con una situación estable de la Esclerosis Múltiple.
- Pronóstico: la maternidad no modifica el pronóstico de la Esclerosis Múltiple a largo plazo.
Durante el embarazo
- Recaídas: se reduce la tasa de recaídas, sobre todo en el tercer trimestre de gestación. La mejoría durante el embarazo podría deberse a cambios hormonales como el incremento de estrógenos, progesterona y prolactina que tienen un efecto antiinflamatorio.
- Medicación de la EM: se debe suspender desde que se planifica el embarazo, en la medida de lo posible. En casos excepcionales en los que se decida mantener el tratamiento, se solicita ‘fuera de ficha técnica’. Tras conocer riesgos y beneficios la paciente firma un consentimiento informado.
- Seguimiento de la enfermedad: no se ha descrito que la resonancia magnética tenga efectos nocivos durante el embarazo, pero su seguridad no está lo suficientemente avalada para respaldar su uso sin restricciones. Aunque, en caso de urgencia médica, podría utilizarse, siempre que los posibles beneficios clínicos superasen claramente los posibles riesgos.
- Transmisión de la enfermedad: el riesgo de desarrollar Esclerosis Múltiple viene determinado por factores genéticos que se heredan del padre y la madre. Se ha comprobado que los hijos o hijas con un progenitor/a con EM tienen un 2% de riesgo de desarrollar la enfermedad a lo largo de su vida. Este riesgo se incrementa hasta el 6-12% en el caso de EM conyugal. Es decir, cuando lo tienen el padre y la madre.
El parto
- Técnica: la Esclerosis Múltiple no requiere una técnica determinada de parto, es una decisión obstétrica.
- Anestesia general, local o epidural: no existe contraindicación neurológica, no influye en el riesgo de sufrir recaídas posteriores.
Postparto
- Brotes: en los tres meses posteriores al parto aumenta la probabilidad de sufrir un brote es mayor. Especialmente en las mujeres que han sufrido recaídas en el año anterior al embarazo.
- Lactancia materna: no está contraindicada pero sí es incompatible con la medicación de la Esclerosis Múltiple por lo que es conveniente valorar de una manera personalizada los riesgos y beneficios.
Resumen del artículo
‘Esclerosis múltiple, maternidad y cuestiones relacionadas con el género’
- Mendibe Bilbao, S. Boyero Durán, J. Bárcena Llona, A. Rodriguez-Antigüedad