Ejercicio Físico

Beneficios del ejercicio físico en la Esclerosis Múltiple

Numerosos estudios revelan que hacer ejercicio resulta seguro y beneficioso para las personas con Esclerosis Múltiple, siempre que se haga de forma correcta y supervisada por profesionales.

Es parte importante del tratamiento sintomático y de apoyo dado que induce a la mejoría de un buen número de funciones fisiológicas, fruto del desacondicionamiento (deterioro del organismo como consecuencia de la falta de actividad física) y ayuda a manejar algunos síntomas (espasticidad, fatiga, falta de equilibrio). Todo ello podría traducirse en mejoras funcionales que afectan positivamente en su calidad de vida.

Ejercicio físico no es lo mismo que rehabilitación física

El ejercicio físico no trata de reemplazar la rehabilitación, pero sí ayuda de forma positiva en el tratamiento rehabilitador. El ejercicio físico se puede realizar de forma independiente, siguiendo las recomendaciones y las indicaciones del instructor o instructora, con el objetivo de mejorar el bienestar físico y mental, y por lo tanto la condición física general. Por su parte, en la rehabilitación física, la persona necesita de la o el terapeuta para guiarle en movimientos concretos, con el objetivo de mejorar una función específica.

Ejercicios de resistencia, fuerza, flexibilidad y equilibrio

A pesar de que no es posible dar recomendaciones generales para un entrenamiento óptimo basado en la evidencia (debido a que cada persona tiene sus capacidades y necesidades específicas), sabemos que aquellos programas basados en resistencia, fuerza, flexibilidad y equilibrio generan múltiples beneficios para las personas con Esclerosis Múltiple.

Entre los beneficios más destacables se encuentran:

• La mejora de la función esqueleto-muscular y la función inmune
• La reducción en niveles de fatiga
• El aumento de la movilidad, la estabilidad y la coordinación
• La disminución de la espasticidad
• La mejora de la calidad de vida, del estado de ánimo y de la calidad de sueño

Recomendaciones en la práctica del ejercicio físico

• Flexibilidad. Se recomienda realizar estiramientos de los grandes grupos musculares que atraviesan dos articulaciones.
  • Es conveniente hacerlos una o dos veces al día, mantenidos entre 30 y 60 segundos, y repetirlos de 3 a 5 veces.
• Permite realizar más trabajo con menos energía. Es el caso del ejercicio en bicicleta estática, caminar, ejercicios acuáticos…
  • Se deberían realizar 3 veces a la semana durante al menos 30 minutos, que pueden ser acumulados a lo largo del día en sesiones de menos tiempo, dependiendo de la fatiga de cada persona.
• Fuerza. Es necesario que los ejercicios sean revisados periódicamente por un o una fisioterapeuta o profesional de la actividad física.
  • Al principio se pueden realizar ejercicios con un equipamiento mínimo, que debería incluir de 1 a 3 bloques de grandes grupos musculares, realizar entre 10 y 15 repeticiones, en 2 o 3 días a la semana no consecutivos.
• Equilibrio, coordinación. Es fundamental hacerlo bajo supervisión y teniendo en cuenta las limitaciones de cada persona, para evitar caídas.
  • Ejercicios sencillos y seguros pueden ser pautados por un o una fisioterapeuta para que las persona los realice por su cuenta, pero debe haber un aprendizaje previo con el profesional.

Podemos afirmar que realizar ejercicio físico resulta beneficioso para las personas con Esclerosis Múltiple al igual que lo es para las personas que no están afectadas por esta enfermedad.

El ejercicio físico no produce modificaciones en el desarrollo de la Esclerosis Múltiple, pero sí es beneficioso para paliar los cambios funcionales derivados del curso de la enfermedad, y para manejar algunos de sus síntomas.

Rakel Berriozabalgoitia. Fisioterapeuta de ADEMBI