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Terapia experimental con células madre

Las terapias con células madre abren nuevas vías para frenar el avance de la Esclerosis Múltiple

Las terapias con células madre abren nuevas vías para frenar el avance de la Esclerosis Múltiple

La investigación para frenar el avance de la Esclerosis Múltiple ha puesto su foco en las terapias con células madre, tanto a través del autotransplante de células extraídas de la médula ósea de las personas afectadas como a través de la sangre de otras personas. La hipótesis es que esta ‘materia prima’ puede llegar a revertir el daño causado al sistema nervioso y mejorar los síntomas de la enfermedad.

10 años sin evidencia de la enfermedad

Entre los más avanzados destaca el estudio realizado por la universidad sueca de Uppsala desde hace una década con conclusiones muy esperanzadoras. Y es que, en el primer ensayo clínico de este nuevo tratamiento, denominado TCMHa, con humanos no hay evidencia de actividad de la enfermedad en dos tercios de las personas tratadas durante 10 años con esta innovadora terapia.

Para llevarlo a cabo identificaron a 231 pacientes con EM remitente-recurrente con una media de edad de 31 años y un 64% de mujeres.  Por término medio, los pacientes llevaban más de tres años con la enfermedad y habían recibido una media de dos lotes de tratamiento estándar (fármacos modificadores de la enfermedad) antes del TCMHa; 23 no habían recibido ningún tratamiento.

El estudio ha demostrado que no había indicios de actividad de la enfermedad en casi el 73% de las personas tratadas después de cinco años y en casi el 65% después de 10 años. Entre los 149 pacientes con Esclerosis Múltiple que presentaban alguna discapacidad al principio, más de la mitad mejoraron, algo más de un tercio permanecieron estables y solo uno de cada 1 de cada 10 empeoraron.

Inyección en el cerebro

Por su parte, el equipo dirigido por personal científico de la Universidad de Cambridge, la Universidad de Milán Bicocca y el Hospital Casa Sollievo della Sofferenza (Italia), ha informado que la inyección de un tipo de célula madre en el cerebro de pacientes con Esclerosis Múltiple progresiva es «segura, bien tolerada y tiene un efecto duradero que parece proteger al cerebro de daños mayores».

Como es sabido, en el caso de la Esclerosis Múltiple el propio sistema inmunológico del cuerpo ataca y daña la mielina, la vaina protectora que rodea las fibras nerviosas, lo que altera los mensajes enviados por el cerebro y la médula espinal.

Las células inmunes clave involucradas en este proceso son los macrófagos (literalmente «grandes comedores»), que normalmente atacan y liberan al cuerpo de intrusos no deseados. Un tipo particular de macrófago conocido como célula microglial se encuentra en todo el cerebro y la médula espinal. En las formas progresivas de EM, atacan el sistema nervioso central (SNC), provocando inflamación crónica y daño a las células nerviosas.

Los avances recientes han generado expectativas de que las terapias con células madre podrían ayudar a mejorar este daño. Estos implican el trasplante de células madre, las ‘células maestras’ del cuerpo, que pueden programarse para convertirse en casi cualquier tipo de célula dentro del cuerpo.

Sin signos de progresión

En el primer ensayo clínico completado en etapa temprana en humanos inyectaron células madre neurales directamente en el cerebro de 15 pacientes con Esclerosis Múltiple Secundaria reclutados en dos hospitales de Italia. Tras 12 meses de seguimiento, «ningún paciente ha mostrado un aumento en la discapacidad o un empeoramiento de los síntomas». De la misma manera, aseguran que «ninguno de los pacientes informó síntomas que sugirieran una recaída y su función cognitiva tampoco empeoró significativamente durante el estudio». En general, dicen desde el equipo investigador, esto apunta a una estabilidad sustancial de la enfermedad, sin signos de progresión, aunque los altos niveles de discapacidad al inicio del ensayo hacen que esto sea difícil de confirmar.

Disminuye la inflamación

Así mismo, el equipo investigador evaluó a un subgrupo de pacientes para detectar cambios en el volumen de tejido cerebral asociados con la progresión de la enfermedad. Descubrieron que cuanto mayor era la dosis de células madre inyectadas, menor era la reducción de este volumen cerebral con el tiempo. Por ello, especula sobre que esto pueda deberse a que el trasplante de células madre disminuyó la inflamación.

Efecto neuroprotector

El equipo también buscó señales de que las células madre estuvieran teniendo un efecto neuroprotector, es decir, protegiendo a las células nerviosas de daños mayores. Su trabajo anterior demostró cómo ajustar el metabolismo (cómo el cuerpo produce energía) puede a su vez reprogramar la microglía de «mala» a «buena». En este nuevo estudio, observaron cómo cambia el metabolismo del cerebro después del tratamiento. Midieron los cambios en el líquido alrededor del cerebro y en la sangre a lo largo del tiempo y encontraron ciertos signos relacionados con la forma en que el cerebro procesa los ácidos grasos. Estos signos estaban relacionados con qué tan bien funciona el tratamiento y cómo se desarrolla la enfermedad. Cuanto mayor era la dosis de células madre, mayores eran los niveles de ácidos grasos, que también persistieron durante el período de 12 meses.

 

Fuentes:

https://www.cam.ac.uk/topics/multiple-sclerosis-%28ms%29

https://www.uu.se/en/department/public-health-and-caring-sciences/research/caring-sciences/stem-cell-transplantation-in-ms

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