Inicio / Noticias / Baclofeno. Instituto Achúcarro

Baclofeno. Instituto Achúcarro

«El baclofeno ralentizará la progresión de la Esclerosis Múltiple Primaria Progresiva»

Carlos Matute. Director Científico de Achucarro Basque Center for Neuroscience

«El baclofeno ralentizará la progresión de la Esclerosis Múltiple Primaria Progresiva»

Gracias a la investigación desarrollada en las últimas décadas, actualmente se cuenta con todo un arsenal de fármacos para tratar la Esclerosis Múltiple. Sin embargo, algunos de los tratamientos más prometedores, especialmente para las formas progresivas, es posible que no lleguen a través de fármacos de nuevo cuño sino de otros que ya están en el mercado.

Es el caso del baclofeno, un relajante muscular empleado en el tratamiento de la espasticidad, cuyo poder de remielinización de lesiones desmielinizantes analiza actualmente el Instituto Achucarro.

Desde el Laboratorio de Neurobiología de esta entidad, el catedrático Carlos Matute abre una vía para la ralentización de la EM PP. «Es una opinión optimista, pero basada en conocimiento previo», asegura.

¿Cómo y porqué plantean la hipótesis de que el baclofeno, que ya se utiliza para tratar algunos síntomas, pueda ayudar a recuperar la mielina? ¿De dónde viene esta investigación?

Llevamos muchos años estudiando las señales que reciben los oligodendrocitos y que movilizan la maquinaria molecular para sintetizar la mielina del cerebro. Entre esas señales están los neurotransmisores, en particular el GABA. Este neurotransmisor es uno de los más abundantes del cerebro y activa receptores que están presentes en los oligodendrocitos, tal y como hemos descubierto en el Laboratorio de Neurobiología de Achucarro y la UPV/EHU, y otros investigadores han comprobado. Los receptores de GABA, en particular, los denominados GABA-B, se activan con baclofeno, un fármaco que se usa en la clínica para el tratamiento de la espasticidad, a modo de relajante muscular.

¿Qué supone este hallazgo en el tratamiento de la Esclerosis Múltiple?

La importancia de nuestro hallazgo radica en el hecho de que la activación de los receptores GABA-B con baclofeno favorece la síntesis de varios componentes de la mielina. Es, por tanto, un fármaco pro-mielinizante. Además, hemos encontrado recientemente que el baclofeno favorece la remielinización de lesiones desmielinizantes en modelos experimentales de Esclerosis Múltiple. Naturalmente, todos estos descubrimientos están hechos en ratones. Sin embargo, como mencionaba anteriormente, el baclofeno es un fármaco bien conocido en la clínica humana al llevar usándose durante décadas para tratar síntomas de la propia Esclerosis Múltiple, como es la espasticidad muscular.

¿También para la Esclerosis Múltiple Primaria Progresiva?

Es probable que el baclofeno también tenga efectos terapéuticos en la EM PP, pero tenemos que demostrarlo. La dificultad radica en que no hay buenos modelos para estudiar la EM PP, y esto obliga a que los estudios se hagan directamente en ensayos clínicos con pacientes. Si me pregunta mi opinión, anticipo que el baclofeno ralentizará la progresión de la EM PP. Insisto, es una opinión optimista, pero basada en conocimiento previo.

¿En qué punto se encuentra la investigación? ¿Cuáles son los siguientes pasos?

El estudio de prueba de concepto está muy avanzado y los primeros resultados ya son públicos, aparecieron en la revista Glia el pasado mes de agosto (Serrano-Regal, Bayón-Cordero, y cols). La dirección del proyecto la llevamos Vicky Sánchez-Gómez y yo. Estamos haciendo experimentos adicionales en varios modelos de EM con objeto de conocer en detalle la cascada de señales que desencadena el baclofeno en los oligodendrocitos para ayudarles a producir mielina. Esto nos servirá para determinar nuevas dianas moleculares manejables farmacológicamente y con potencial terapéutico. Este trabajo llevará tiempo, y probablemente tendrá un impacto alto en el tratamiento de la Esclerosis Múltiple.

Al contrario que en otros casos, se trata de un medicamento ya autorizado ¿esto supone que se acortarán los plazos para empezar a utilizarlo?

Claramente. Con la información que tenemos ya se puede hacer un ensayo clínico para valorar el uso terapéutico del baclofeno en pacientes con Esclerosis Múltiple. Se trataría de un estudio de reposicionamiento (‘repurposing’) de un medicamento, el baclofeno, para un tratamiento diferente (la EM) del que está aprobado actualmente, la espasticidad muscular. Hemos trabajado en esa dirección, pero no es fácil. Las compañías farmacéuticas no han mostrado interés hasta la fecha en buena medida por la complejidad económico-legal que tendría hacer un ensayo de esa naturaleza. Les propongo que se movilicen como asociación de pacientes para presionar a la industria en favor de dicho ensayo. Nosotros, el Laboratorio de Neurobiología, no tenemos apenas capacidad de maniobra en este tema, pero estamos disponibles para ayudar en los aspectos científico-técnicos que lo requieran.

Trabajan también en el desarrollo de fármacos para el tratamiento de la EM Progresiva ¿en qué punto están en estas investigaciones?

Tanto el baclofeno como la ivermectina son terapéuticos en modelos animales de Esclerosis Múltiple secundaria progresiva. Son fármacos que actúan principalmente en esa fase, no son inmunomodulares como la práctica totalidad de tratamientos que hay disponibles hoy día. Por otra parte, estamos trabajando en el establecimiento de un modelo animal de EM primaria progresiva, que será un banco de pruebas para encontrar fármacos para tratar este grupo de pacientes.

¿Qué otras investigaciones tienen abiertas en Achucarro relacionadas con la EM?

Una línea de trabajo novedosa en la que llevamos trabajando un tiempo se centra en la mielina como vehículo para el soporte metabólico del axón. Esto ya se viene haciendo desde hace un tiempo. La novedad por nuestra parte reside en que tenemos evidencia de que es la propia mielina la que nutre el axón, y cuando éste se desmieliniza en la EM ‘muere por inanición’. Restituir esa fuente de energía es clave para evitar el daño axonal y la atrofia cerebral. Estamos trabajando en ideas que pueden resolver ese problema con lo que denominamos ‘myelin boosters’.

No estás solo

¿Tienes dudas sobre por dónde empezar?

Estamos aquí para ayudarte a encontrar las respuestas que necesitas. Explora nuestros recursos

¿Prefieres hablar con nuestro equipo?

Ponte en contacto con nosotros para recibir asesoramiento personalizado.

Donar