Una alimentación equilibrada y la práctica de actividad física regular están relacionadas con una menor percepción de fatiga por parte de las personas con Esclerosis Múltiple. La base es una dieta rica en frutas y verduras, que incluya proteínas vegetales y animales, hidratos de carbono (principalmente integrales), sin olvidar las grasas de calidad, como las que aporta el aceite de oliva. Una dieta baja en sal, azúcares simples, bollería industrial y grasas saturadas. Pero también es importante conocer los nutrientes asociados a la fatiga, cuál es su función y qué alimentos los contienen.
Magnesio
Función: es imprescindible para que los músculos y el sistema nervioso funcionen correctamente. Además, ayuda a fijar el calcio y el fósforo en dientes y huesos y participa en la respuesta inmunológica.
Dónde se encuentra:
- Frutos secos (almendras)
- Espinacas
- Legumbres
- Patatas
- Aguacate
Ácido fólico o Vitamina B9
Función: es necesario para la formación de nuevas células en el organismo (piel, uñas, cabello) y para la prevención de algunos defectos congénitos del feto durante el embarazo.
Dónde se encuentra:
- Verduras de hoja verde
- Legumbres
- Nueces
- Aguacate
- Espárragos
Flavonoides
Función: son fitonutrientes muy beneficiosos por su poder antiinflamatorio y antioxidante y se asocian a la prevención del cáncer y de enfermedades cardiovasculares.
Dónde se encuentran:
- Brócoli
- Tomate
- Cebolla
- Manzanas
- Uvas
- Cacao
- Té verde
- Arándanos
- Apio
- Fresas
- Frutos rojos
Vitamina D
Función: ayuda a absorber el calcio y el fósforo, elementos imprescindibles para mantener el buen estado de los huesos. Se sintetiza con la exposición al sol y a través de algunos alimentos.
En la EM es común el déficit de vitamina D. Su suplementación debe ser supervisada por especialistas ya que su acumulación puede ocasionar fatiga y debilidad muscular.
Dónde se encuentra:
- Pescado azul (sardinas, salmón, atún…)
- Yema de huevo
- Lácteos enteros (leche entera, mantequilla)
- Aceites de hígado de pescado
El colesterol bueno, un aliado contra la fatiga por Esclerosis Múltiple
Un estudio reciente apunta a una relación entre niveles altos de lipoproteína de alta densidad (HDL), conocido como “colesterol bueno” y la reducción de la fatiga, porque actúa como protector e impide que el colesterol de baja densidad (LDL) dañe las arterias o que sustancias perjudiciales entren en el cerebro y en la médula espinal. En este caso, los principales aliados son las frutas y verduras que aumentan estos niveles de colesterol bueno en la sangre reduciendo los niveles de fatiga de las personas con Esclerosis Múltiple.